lunes, 19 de septiembre de 2022

El T de navidad

 

El Tranvía de la Navidad, es un libro de Giosué Calaciura(1960) cuenta con 116 páginas, que nos dejan en un tranvía, el día donde Nochebuena, donde personas sin formas, se sientan en invisibles vagones para llegar su destino; en el que se cruza la presencia de un bebé abandonado. El autor, describe la monotonía del sentimiento, de cada personaje, que vive en ese tranvía y cómo transita hacia la presencia, de ese niño, sin bautizar, que somos todos ante nuestros problemas, nuestras incertidumbres, nuestros miedos; esperando que alguien nos rescate del sufrimiento, para dejarnos una sonrisa de comodidad, con la que mantener una esperanza en un mundo cargado de injusticias. Es un libro, para saborear con lentitud, para pensar, para acariciar, a los personajes, que dejarán  una huella en nuestro corazón lector.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Recuerdos de un J

 

Recuerdos de un jardinero, es una obra de Reginald Arkell(1872-1959) cuenta con 222 páginas, que me han cautivado, por su historia sencilla, amable, tierna, de la vida de un jardinero. El personaje, es un niño abandonado a la puerta de una familia, que lo adoptará; pero sus raíces, enraizarán en los plantas, en las flores, que serán su verdadera familia. En la vida del joven Herbert, se cruzará, el destino siempre está al acecho, la señorita, luego señora, Charteris; quién lo llevará a su casa, para que cuide de su jardín y juntos abrazarán una amistad, que culminará con las fresas del invernadero del “Viejo Yerbas”. Al final, no quería terminar este libro, he llorado.

Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©




martes, 6 de septiembre de 2022

Libros sin terminar 5


 

LIBROS SIN TERMINAR

Ensayo sobre la ceguera, es un libro de José Saramago (1922-2010), del cual he logrado leer 101 páginas; ya es mi segundo intento, no sé, si habrá un tercero; puesto, que, a pesar de ser una obra maestra de la literatura, no consigo empatizar con el ritmo del autor.  No siento, que las comas, que los puntos,  me lleven más que al caos de mi imaginación;  que se atasca y que no es capaz de avanzar, por los laberintos de una  enfermedad, cuyo origen es desconocido, y que por desgracia, se parece bastante, o se acerca a nuestro confinamiento, donde un virus, nos encarceló, dentro de nuestras casas, porqué si salíamos a respirar, podíamos morir fulminados; o poner en riesgo la salud de nuestros familiares, de nuestros vecinos, de seres desconocidos, de los que nos apartábamos, con miedo y con resignación;  para no ser parte de una hilera de ataúdes solitarios, sin lágrimas, abocados al olvido. Para que nos ejerciéramos nuestra libertad, el poder, ejercía su fuerza opresora, que silenciaba nuestros derechos. Los ciegos, de Saramago, somos nosotros, que hemos de aprender a convivir con el dolor, con la frustración, con el desaliento, de estar encerrados dentro de un sistema injusto, que acarrea violencia, a los que se atreven a rebelarse; a ser diferentes; a opinar, por la necesidad de no naufragar en las aguas de la indiferencia. Terminaré el libro.

Ana Tapias( todos los derechos reservados) ©