El boxeador polaco, es un libro escrito por Eduardo Halfon(1971 en Guatemala), que llegó a mí, por una recomendación de un amigo virtual de Facebook, Hice una desiderata, en la Biblioteca municipal de Segovia, y lo compraron. Lo había olvidado pues el Covid, el confinamiento, me dejaron al borde del abismo. Nos afectó a mis padres y a mí, y poco a poco voy recobrando mi sentido de la lectura (el olfato y el gusto, son como un Guadiana de mis secuelas). Desde que empecé a leer libro, supe que estaba ante un gran escritor anónimo, para la mayoría de los ciudadanos, pues no pertenece a las editoriales que venden marketing de escritores, que siempre son los mismos, y que leemos por desconocimiento de otros, como Eduardo. Aún no he terminado el libro, pero he sentido la necesidad de escribir sobre él. Ando por el capítulo “El boxeador polaco"( que es una joya de la literatura)
“…Observé el rostro de mi abuelo y de pronto caí en la cuenta de aquel juego de niño, en cada una de las fantasías de niño, me lo había imaginado ya viejo, ya abuelo. Como si hubiera nacido un abuelo o como si hubiese envejecido para siempre en el mismo momento que recibió aquel número que yo ahora observaba con meticulosidad.
Fue en Auschwitz…"
El libro no es una historia más de las tantas recordadas por los supervivientes de un campo de concentración. El libro es la vida de su nieto, de cómo su existencia no tiene nada que ver con la de su abuelo, a quien a pesar de todo, le une el pasado y eso siempre marcará sus actos; pues él también lleva marcado en su destino el número que le hacía prisionero, pues todos somos prisioneros, y, esclavos de algo. El final de este libro, no lo voy a revelar, puesto que, no me gusta desmenuzar libros. Pasados unos meses, incluso años, en mi fantasía de lectora, siempre permanece un capítulo que para mí será “El boxeador polaco”, puesto que las palabras nunca podrán ser exterminadas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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